El Zen es una disciplina japonesa basada en el Budismo de la India y China.
Una de sus enseñanzas es el zazen (meditación) para apagar y mantenerse fuera de la mente para trascender la ilusión del pasado y el futuro y permanecer en el momento presente. Únicamente el momento presente existe. Sólo se puede encontrar a Esencia en el momento presente. No se encuentra en la mente, en el pasado ni en el futuro. El pasado y el futuro son alucinaciones de la mente.
El otro aspecto del término experiencia zensorial es precisamente la experiencia. Tenemos dos modalidades para operar: a través de la mente (pensar); o mediante la conciencia (percibir, sentir, experimentar.) El objetivo es vivir la vida con la mente apagada y el sentir abierto, tanto a las sensaciones físicas, como a la experiencia no-física, sobre todo a Esencia. Es mantenerse abierto a la experiencia tanto como sea posible, para percibir sólo el momento presente: la respiración, el cuerpo, los sonidos, las aves, los olores, los colores, etc.
Sensor y sensorial vienen de los términos latinos sensorium y sentire. Sensorio es la suma de las formas de percepción de un organismo, y sentir es sinónimo de vitalidad; vivir es sentir y sentir es vivir. Mantener la experiencia abierta es algo similar a desarrollar la hipersensibilidad de un sensor; ser sensorial, perceptivo, abierto, sensible, intuitivo en la medida de lo posible.
Combinamos los términos experiencia, zen y sensorial para crear el término experiencia zensorial y evocar todos estos conceptos:
En Esencialidad usamos el término experiencia zensorial para insinuar la práctica de todo lo anterior: meditar la vida con la mente apagada, la conciencia en el momento presente y todos los sensores abiertos.
La práctica de la meditación en posición sentada y con los ojos cerrados, te entrena para poder meditar la vida en experiencia zensorial.