El compromiso es un acto de la voluntad dirigido a lograr un propósito o meta específica. Así como la atención es un rayo de consciencia, el compromiso es un rayo de voluntad.
A un compromiso debe seguirle la acción. Sin acción, no hay compromiso verdadero; el ser solo se está engañando.
Un compromiso también debe tener una Fecha de Promesa para realizarlo. Sin fecha de promesa, no hay compromiso verdadero, y no hay manera de detectar la existencia de una falla a ese compromiso.