Toda tu vida te han dicho lo que debes hacer y tener para ser un éxito, y se supone que, siendo un éxito, vas a estar feliz. ¿Ha funcionado? ¿Estás satisfecho con tu vida? ¿Estás rebosante de alegría? Probablemente no, porque la verdad es esas cosas no producen la felicidad.
El Imperativo Existencial de la vida, la motivación última de todo comportamiento humano, es la propia felicidad. La felicidad requiere eliminar las cosas negativas, no deseadas, de tu vida, incluyendo las emociones negativas; y lograr las cosas y emociones positivas que te darán una satisfacción permanente. Pero las cosas positivas que sí producen la felicidad no son físicas.
Lo que buscas en la vida es tu propia felicidad. Todas las cosas que quieres tener y hacer las quieres porque crees que te van a hacer más feliz. Esta ley no tiene excepciones: todos buscamos nuestra felicidad en todo lo que hacemos.
Por lo tanto, podemos decir que el éxito supremo de la vida es lograr la propia felicidad. Ese no es el problema; el problema es lo que nos enseñaron que es la felicidad, las cosas materiales, las cosas externas. Nos enseñaron que la felicidad es cumplir con requisitos como tener un título, una buena carrera, dinero, una casa, pareja, hijos, coche, viajes, y otras experiencias positivas. Es legítimo tener estas cosas si así lo deseas, pero no las debes confundir con la felicidad. Hay muchas personas que tienen todo eso y no son felices. Muchas otras no tienen tales cosas y sí son felices. No hay una relación de causa<>efecto entre tales cosas y la felicidad.
Observa tus metas, las cosas que crees que te van a dar felicidad: ¿De dónde vienen esas metas? ¿Dónde las aprendiste? ¿Quién te las inculcó? ¿Quién te dijo que esas metas van a producir TU felicidad? Mejor aún: ¿quién te comprobó que esas metas van a producir TU felicidad? Tal vez podrían producir felicidad a otros, pero ¿cómo puedes estar seguro de que van a producir TU felicidad? Puedes mirar al mundo y a las personas que conoces y ver que muchas de ellas tienen algunas o la mayoría de tales metas y no son felices. ¿Qué te hace pensar que tu caso va a ser diferente? En el pasado, desde que eras joven ¿cuántas metas te has fijado y logrado (o no), y aun así no eres feliz? Ir a la escuela, graduarte, tener un título, tener un trabajo o una empresa, ganar dinero, comprar una casa o un coche, tener pareja, tener hijos, etc., etc. Realmente eres más feliz ahora que antes? ¿Puedes comenzar a sospechar que hay un problema con las metas que has escogido para brindarte felicidad?
¿De dónde vienen esas metas? De la programación de otros. De tus padres o de tu familia, de la cultura, de la sociedad, del gobierno, de las escuelas, de la religión, de la televisión, de películas, de revistas, y de anuncios publicitarios de entidades a las que les conviene que compres sus productos. Tú has sido programado como un robot para lograr cosas que tal vez nada tienen que ver con la felicidad verdadera, mucho menos con la tuya. ¿En qué consisten esas metas? En general, son una lista de requisitos que otros quieren que tú cumplas (y ellos se van a sentir bien cuando los cumplas): * Acabar tus estudios y obtener títulos. * Tener un puesto alto e importante, o tener tu propia empresa. * Ganar mucho dinero. * Tener una o varias mansiones. * Tener un super auto o tu propia colección personal. * Casarte con una persona de clase más alta. * Tener hijos. * Acumular cosas: dinero, joyas, propiedades. * Hacer inversiones. * Ostentar tus logros o propiedades. * Tener el respeto de otros. * Ser el mejor, o al menos mejor que otros. * Ser famoso, reconocido. * Tener poder (empresarial o político).
Observa cómo la sociedad relaciona la cantidad de cosas materiales con el éxito y ergo, con la felicidad. Observa el valor de que “más es mejor”. El problema de la idea de que “más es mejor” es que te hace acumular cosas que atrapan tu vida y te pueden estresar y hacer que desperdicies tu tiempo; por lo tanto, más no siempre es mejor.
Sin embargo, pensando en tu felicidad interior, hay cosas en las que sí es mejor tener MÁS: más felicidad, más sabiduría, más confianza en ti mismo, más paz, más amor, más alegría.
¿Es éxito tener un auto último modelo y pasar 3 hrs. cada día en el tráfico, o simplemente no necesitar un coche?
¿Es éxito tener acceso a los médicos de primera, pero no estar sano y necesitar de ellos? No sería un mayor éxito simplemente estar sano? (Si crees que tú no controlas tu salud – en el Programa Fénix comprobamos que sí.)
¿Es éxito tener una pareja – o vivir en amor y paz?
¿Es éxito tener una familia aunque esté llena de problemas y conflictos?
¿Es exitoso un ser humano rico que nada hace para aliviar el sufrimiento de otros?
¿Significa ser un éxito acumular grandes cantidades de dinero, de cosas y propiedades, pero no cumplir con tu espíritu, con tu misión y propósitos en la vida?
Observa cómo todas esas metas son materiales – mientras tú eres un ser espiritual. ¿Todo eso aporta algo a tu espíritu? Tú eres un ser espiritual único con un destino propio en la vida, con una misión y con propósitos. Así que es muy probable que esas metas no determinen TU felicidad; y que en vez de eso, sean ideas de otros acerca de lo que es la felicidad.
Observa que todas esas metas son físicas, mientras que lo relacionado con la felicidad: armonía, paz, autoestima y amor, son atributos no-físicos. ¿Cómo esperas encontrar esos atributos no físicos en el universo físico? Observa que muchas de esas metas son para la felicidad de otros (ej. de tus padres); para que tú cumplas sus programas acerca de qué debes ser, hacer o tener. Por otro lado, observa el consumismo. ¿Cuántas personas ganan dinero al venderte esas metas? ¿Te venden cosas costosas que no necesitas? ¿Cuánto tenemos ya un planeta saturado de basura a consecuencia de esto?
Observa cómo tales valores buscan crear comparación y competencia de unos con otros; ¿quién es más y mejor porque tiene más juegos grandes? No solo eso, sino que además han introducido la idea de ser el mejor, el número uno, lo que puede causar más estrés, en lugar de paz y tranquilidad en tu vida. Observa el estrés que generan en la vida tales metas y programas.
Piensa en la vida y en lograr todos esos requisitos como subir a la montaña de la felicidad. Después de años de esfuerzo, finalmente llegas a la cima de la montaña, sólo para descubrir que se trata de la montaña equivocada.
Si quieres lograr la felicidad, tienes que redefinir lo que es el éxito para ti. Tienes que descubrir lo que TÚ, tu ser, realmente quiere, y cuál es el motivo por el cual estás aquí en el Juego de la Vida. Tu éxito y felicidad verdaderos son asuntos muy individuales, muy personales. Las fórmulas añejas del materialismo en un mundo en el que predominan la escasez y la pobreza puede que no te sirvan.
Tu éxito verdadero radica en: * Ser quien quieres ser. * Sentir lo que quieres SENTIR. * Pensar como quieres PENSAR. * Vivir con quieres ESTAR. * Hacer lo que quieres HACER. * Tener lo que necesitas Tener, lo que realmente contribuye a la calidad de tu vida.
En el Programa Fénix vamos a explorar todo esto, a redefinir lo que son el éxito y la felicidad para ti, y a mostrarte cómo lograrlos.