Visión

Imagina que estás nadando en medio del mar. Todo lo que ves a tu alrededor es agua y más agua. A donde quiera que voltees y tan lejos como puedes ver, lo único que ves es agua.

¿Qué vas a hacer? ¿Sabes en qué dirección ir? ¿Puedes juzgar si una dirección o rumbo es mejor que otro? Hay olas y viento: ¿te están ayudando o perjudicando? ¿Cómo vas a saber? Comienzas a nadar: ¿sabes si te estás desviando del curso óptimo? ¿Tienes algún punto de referencia para tomar decisiones? ¿Tienes control de la situación?

¿Cómo te sentirías en una situación así? Confuso, perdido, frustrado, sin esperanza, desesperado; ¿no es así?

Luego una ola grande te levanta, y ves a una distancia lejana una isla. ¡Qué gloriosa visión! ¡Cómo cambia tu situación! ¿Qué pasa, cuál es la diferencia? La diferencia es que ya tienes una meta, un objetivo: la isla. Ya puedes hacer un plan. Ya sabes qué rumbo seguir, sabes en qué dirección y hacia dónde poner tus esfuerzos. Puedes darte cuenta si las olas y el viento están a favor o en contra; ya puedes juzgar si te desvían de tu meta. Puedes calcular, juzgar, determinar y moverte con decisión y seguridad. Toda tu situación cambia.

Visión viene de “ver”. Una visión es una imagen clara de lo que quieres. Es la imagen mental de tu meta u objetivo. Es el blanco hacia el cual apuntas. Si no sabes cuál es tu blanco ¿cómo quieres que tu flecha llegue a él? Una visión es una imagen mental de alguna meta, objetivo, objeto, situación o estado que queremos alcanzar. El arquitecto tiene que hacer primero los planos, el negociante un anteproyecto, el artista un boceto. Todas estas son formas de visión. Si no has definido bien lo que quieres es imposible que lo logres.

Una visión está relacionada con crear y con creación. Todas las cosas tienen que ser creadas al menos dos veces. La primera vez tiene que ser creada en la mente. Esta primera creación se le llama Visión. Sólo entonces puedes manifestar la visión en el mundo físico. Antes de que puedas crear cualquier cosa, tienes que tener una visión clara de ella.

Si no tienes un destino deseado, no puedes trazar un mapa que indique cómo llegar a él. Al crear una visión, ese mapa comienza a saltar a tu vista. La visión te permite evaluar y establecer prioridades, te permite saber lo que es importante y lo que es irrelevante. Evita que pierdas tiempo y energía haciendo cosas de poca utilidad, que sólo te demoran o desvían de TUS metas. La visión te concientiza de las oportunidades en torno a gente, recursos, amigos, ayuda, etc., que pueden contribuir a alcanzar tu visión. Sin una visión cualquier movimiento que hagas en la vida no tendrá dirección, propósito ni significado. Sin una visión solamente puedes deambular en la vida como el nadador en el mar sin saber a dónde ir, lo que te puede apoyar, ni los obstáculos que existen.

El deseo, el interés y el entusiasmo sólo brotan en ti cuando tienes metas y objetivos. El deseo tiene que ser deseo de algo; el interés y el entusiasmo tiene que ser por algo. La visión es la definición y el cuadro mental de esas metas y objetivos y, por tanto, el primer paso hacia el interés y el entusiasmo, componentes importantes de la felicidad.

Estudia una de las definiciones o “causas” de la felicidad: La felicidad resulta de la percepción del avance hacia las metas importantes. Uno se pone feliz cuando ve progreso hacia las metas más anheladas; e infeliz y frustrado cuando ve que esas metas son obstaculizadas. Por tanto, tu visión es el comienzo de tu camino hacia la felicidad.

Un problema muy grande con la Visión es que, si nunca has formado concienzudamente la tuya, probablemente estás siguiendo las visiones que otros tienen para ti. Todo mundo: tus padres y amigos, las instituciones, las religiones, los comerciantes con sus anuncios, te están envisionando y programando para que seas lo que ellos quieren que seas, para que hagas o tengas (sus visiones en relación a ti). Por supuesto, tales visiones son para su beneficio y para su “felicidad”, no para la tuya. Únicamente TÚ puedes indagar en tu corazón para encontrar lo que TÚ quieres, y lo que te va a llenar y a hacer feliz.

Tus visiones tienen poder. Tu mente tiene el poder de atraer a tu vida lo que mantienes en tu imaginación. Tus pensamientos y emociones son energías magnéticas que atraen lo que es acorde con esos pensamientos y emociones: si tus pensamientos son negativos atraen a lo negativo; cuando son pensamientos positivos, atraen a lo positivo. Cuando tus pensamientos están dirigidos hacia tu visión, energizas y atraes a tu visión; incluyendo a la ayuda que necesitas para lograrla.

Una visión te hace una persona de decisión y con dirección; te da una fuerza que impacta.

El hombre sin visión no sabe a dónde va, y no sabrá cuándo ha llegado.
El hombre que sabe a dónde va, hasta los árboles se hacen a un lado para que pase.
Proverbio Chino

La mayoría de la gente vive dentro de lo que es, de las cosas como están. La mayoría está ocupada, hasta atascada, luchando contra los azares de la vida diaria. Viven con una rutina, generalmente poniendo poca atención a cómo mejorar las cosas.

Esto resalta el primer gran factor que distingue a las personas de éxito de los seguidores. El enfoque de una persona exitosa no es el presente: el enfoque de esa persona es el futuro. El terreno de una persona exitosa es el cambio y el mejoramiento; es la creación de nuevas cosas y de situaciones que contribuyan a mejorar la vida de la gente.

La persona de éxito se enfoca en el futuro a través de una Visión. Comienza creando la visión de un futuro mejor, de un futuro que mejore la calidad de vida de su gente. Luego la motiva, unifica y guía para juntos hacer real esa visión.

Proceso de orientación de carrera y vida

Mucha gente tiene la creencia equivocada de que la felicidad es algo que logrará o alcanzará algún día, especialmente cuando cumpla ciertos objetivos. Acepta la insatisfacción cotidiana porque cree que está en el camino de la felicidad, y que la infelicidad es parte del precio que tiene que pagar. Aguanta el “valle de lágrimas” con la esperanza de un futuro mejor.

La felicidad no es un estado a lograr en el futuro. El mañana nunca llega. La idea de que la felicidad llegará algún día es una ilusión peligrosa que obstaculiza la posibilidad de ser feliz ahora. La felicidad tiene que ser ahora, y sólo puede ser un estado, una experiencia que se vive momento a momento y día tras día. La felicidad no puede depender de lograr objetivos u ocasiones especiales: éstos sólo suceden de vez en cuando. No sirve de gran cosa ser feliz sólo de vez en cuando ¿o sí?

Por tanto, la felicidad es una condición cotidiana, no un destino. La felicidad se tiene que encontrar en el viaje diario a través de la vida, no en los puntos cumbre. La diversión y lo interesante de cualquier juego no está tanto en alcanzar metas y hacer puntos sino en los esfuerzos para sobreponerse a los obstáculos. La felicidad viene de jugar el juego de la vida, no de alcanzar las metas. La felicidad tiene que encontrarse en la actividad diaria tendiente a alcanzar metas. La felicidad es el resultado del esfuerzo y de la lucha para alcanzar alguna meta valiosa. La felicidad viene de la percepción del progreso hacia metas valiosas (y no tanto de la llegada). El esfuerzo hacia las metas no es el medio para llegar a un fin; el esfuerzo es el fin: la felicidad.

Sin embargo, las metas son esenciales para definir el juego y dar dirección a la acción. Es el significado y el valor de la meta lo que define el valor del juego. Es el valor de la meta lo que da significado, motivo y motivación al juego. Y trabajar y vivir con significado y valor, es lo que produce la felicidad̶ momento a momento, dando propósito e importancia a la acción. Así que las metas son esenciales pero no la esencia. De hecho, es posible alcanzar todas tus metas en la vida, y de todos modos ser infeliz.

Para ser feliz, es necesario vivir en el presente y disfrutarlo. Sólo el presente existe. Y la felicidad sólo existe en el presente. No se puede posponer para mañana̶ el mañana nunca llega; siempre es hoy. Y si la felicidad dependiera de lograr metas futuras, sería raro y momentáneo que uno estuviera feliz, ni hablar de que siempre existe la posibilidad de que ese logro jamás se de.

El ayer es un cheque vencido, el mañana una nota promisoria; solo el HOY es EFECTIVO.

Para vivir el presente y ser feliz, es esencial tener un significado en la vida. También es necesario poder disfrutar las pequeñas cosas de la vida̶ ya que las grandes no suceden con frecuencia.

La felicidad es un producto colateral de una vida significativa.

Ejercicio I: Cinco preguntas

El siguiente proceso consta de cinco preguntas. En base a tus respuestas se puede hacer todo un plan de vida. Por tanto, para asegurar que cada respuesta sea acertada, requieres de mucha reflexión. No se deben contestar rápidamente ni a la ligera. Puedes tomar toda una semana para contestar estas preguntas.

Instrucciones previas:

  1. Debes escribir la pregunta y la respuesta a cada pregunta.
  2. Debes tomar el tiempo necesario para meditar profundamente en cada pregunta y respuesta.
  3. La reflexión sobre las respuestas debe hacerse en un lugar tranquilo, apartado y sin interrupciones.
  4. No debes hablar con otros acerca de lo que estás haciendo. Sus consejos y comentarios, por buenos que sean, “contaminan” lo que debe ser un trabajo 100% de tu intuición y corazón.

Trampa en la que puedes caer al realizar el proceso

Una de las trampas más grandes en la vida es tener como meta ganar mucho dinero. El dinero, como la felicidad, es un producto colateral de una vida con significado. En la medida en que uno tiene una vida con significado, el dinero llega. El dinero en sí mismo, no tiene significado. Y más allá de una cantidad esencial para satisfacer cómodamente las necesidades básicas, está comprobado que tener más dinero no tiene absolutamente ningún efecto para crear más felicidad. Una persona muy rica viviendo una vida sin propósitos significativos es menos feliz que una persona promedio con ingresos moderados que vive con una visión clara y se enfoca en ella. Cuando una persona tiene como meta poseer dinero, puede terminar poseída por el dinero. Ninguna persona cuya meta es poseer dinero o poder alcanza una gran felicidad. Te ofrecemos estas palabras de sabiduría en un intento de salvarte de caer en la trampa del dinero.

Las preguntas

1. ¿Qué es lo que disfruto?

Recuerda que tus actividades deben ser por sí mismas la fuente de tu satisfacción y gusto, no los objetivos del trabajo. El trabajo tiene que ser el fin, no un medio. El trabajo tiene que ser una fuente de felicidad. Si no disfrutas tu trabajo, si no eres feliz haciendo lo que haces, entonces no puedes ser muy feliz. El trabajo consume la mayor parte de tu TE en la vida, por lo que es un área muy importante. De las 16 horas que estamos despiertos al día, el 50% o más (8) se pasa en el trabajo. Y si restamos el tiempo de las tareas diarias como comer, lavar, limpiar, bañarse, vestirse, trasladarse, etc. el trabajo consume alrededor del 70% de nuestro tiempo disponible. Es muy, muy difícil que el 30% restante de tu vida sea tan glorioso como para compensar al 70% invertido en un trabajo aburrido o desagradable.

El trabajo es el juego de los adultos; es una gran idea pasar la vida jugando en vez de trabajando. Hay satisfacción y hasta alegría haciendo lo que nos gusta, además de que nos pagan por ello. Así como la naturaleza del ave es volar, y la del tigre cazar, la del ser humano es crear. El trabajo es la palestra para que el ser humano ejercite su poder creador, cumpliendo así su naturaleza básica.

La selección de tu trabajo es crítica para tu felicidad: tiene que ser algo que disfrutes. Evita caer en la trampa de escoger un trabajo o una carrera sólo para sobrevivir, o por motivos de dinero, de prestigio, o para complacer a tus padres. Esto es vender tu felicidad para lograr cosas de menos importancia, en la ilusión de que esas cosas van a traerte felicidad. No lo harán.  

2: ¿Para qué soy BUENO?

Esta pregunta se refiere a tus aptitudes, capacidades, habilidades y talentos. ¿En qué actividades o asuntos tienes una predisposición natural, una aptitud o capacidad? ¿Con qué talentos naciste? ¿En qué áreas sobresales con un mínimo de esfuerzo?

Por supuesto, con estudio y práctica, podemos lograr grandes avances en el desarrollo de nuestras capacidades en cualquier área, pero de todos modos, tenemos áreas de inclinación y talento natural, y áreas de escasa aptitud y talento.

Afortunadamente, con frecuencia la respuesta a esta pregunta se parece a la primera. Generalmente las cosas que disfrutamos y las cosas para las que somos buenos son las mismas.

Evita caer en la trampa de aceptar un trabajo o una carrera en donde no puedes explotar tus talentos y fuerzas, donde sería difícil alcanzar la excelencia. ¿Quién querría jugar el juego de la vida desde una posición de mediocridad, debilidad y hasta de incompetencia? ¿Cómo podrías encontrar satisfacción o éxito jugando así?

Ahora combina y medita las respuestas a las preguntas 1 y 2, para identificar los tipos de trabajo-profesión-carrera en los que debes centrar tu vida para pasarla “jugando”. Observa que no estamos interesados en si crees que es difícil lograrlo, en si hay mucha competencia para el puesto, en si es difícil ganar dinero haciendo eso, ni en si crees que te falta suficiente educación, ni en cualquier otra contra-idea que puedas tener (a menos que se relacione con la capacidad física: un hombre de 2 metros y 120 kilos no va a aspirar a ser un bailarín de ballet; y un bailarín de 40 kilos no va a aspirar a jugar fútbol americano; una persona ciega no debe aspirar a ser piloto aviador). Estudiando psicánica, aprenderás a sobreponerte a todas las dificultades no físicas.

Haz una descripción de tu camino a la felicidad en el área del trabajo-carrera-profesión.

3. ¿Qué quiero de la vida? ¿Por qué lo quiero?

Estas preguntas las debes contestar en general, identificando los valores, cosas, relaciones y experiencias importantes para ti. Esta pregunta no se refiere a cosas ni a metas específicas, aunque éstas sean importantes. De hecho, esta pregunta es lo que debes contestar antes de elegir tus metas, para asegurar que estén alineadas con lo que quieres de la vida en general.

Estas preguntas piden que te enfoques en encontrar un concepto general de cómo quieres que sea tu vida, y en porqué y para qué quieres que sea así. ¿Cómo puedes atraer hacia ti a las cosas, personas y circunstancias necesarias, y trabajar y actuar para crear tu VISIÓN, si ni siquiera sabes cuál es?

ÉL PORQUE: Es muy importante saber porqué, ya que esto es lo que te da la motivación y la fuerza para perseverar —especialmente en tiempos difíciles. Y habrán tiempos difíciles, sin importar a lo que te dediques.

La persona que sabe el porqué, puede aguantar cualquier cómo.

4. ¿Cuáles son los precios a pagar?

Tenemos deseos ilimitados, pero nuestro tiempo, el recurso más importante de la vida, es muy limitado. De hecho la vida es tiempo.

Todo tiene un precio. Siempre habrá un precio, en forma de tiempo, energía, y esfuerzo̶ y tu cantidad de éstos es limitada. No puedes ser ni hacer todo. No puedes hacer una cosa sin renunciar a hacer otra. Cualquier deseo que tengas en la vida puede ser un conflicto con otros deseos. También puede haber precios en dolor y sacrificio; y tu disposición a pagarlos también tiene límites. Por ejemplo, si vas a poner un negocio, tendrás que sacrificar pasar más tiempo con la familia.

Para cada cosa que quieres, identifica por escrito los beneficios y los precios. Si no identificas los precios, no estás buscando bien: todo, absolutamente todo, tiene precios igual a su valor, según la Ley de Balance.

La Ley de Balance declara que para cada positivo hay un negativo de igual valor, y para cada negativo existe un positivo igual.

El positivo que compensa a un negativo puede aparecer inmediatamente o años más tarde; puede llegar todo junto, o poco a poco: pero siempre existirá. Es útil en la vida, cuando nos pase algo negativo, buscar y tomar conciencia de lo positivo que nos trae.

5. ¿Estoy dispuesto a pagar el precio?

Esta es la pregunta con la que más fácilmente te puedes auto-engañar. Es muy fácil decir “sí”. Pero un “sí” significa que estás preparado para dedicarte totalmente a seguir el camino que escogiste, en plena conciencia y disposición de pagar el precio. Esta condición es imposible de cumplir ahora cuando tienes que decidir, por dos motivos:

Primero: no sabes realmente cuáles serán los precios hasta que ya estás en el camino y se te presenta la cuenta. Lo más común es que los precios sean más grandes de lo que se estima. De hecho, una regla es: calcula que todo te va a tomar dos veces el tiempo, el trabajo y el dinero de lo que calculaste. (Esta regla es tan confiable que la enseñan en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard̶ una de las más prestigiosas universidades del mundo).

Segundo: Es fácil decir “sí” desde la comodidad presente, pero nunca sabes si estás realmente dispuesto a pagar el precio hasta el momento de la verdad, hasta el momento de prueba, hasta el momento en que te ves inmerso en la experiencia de pagarlos. Podemos creer que estamos dispuestos, pero no lo sabremos realmente hasta que lo estamos pagando.

Sin embargo, tienes que estimar lo mejor que puedas. Ciertamente, si adviertes que no estás dispuesto a pagar un precio que sí puedes ver de antemano, no debes proceder. De hecho, si tienes la mínima duda acerca del compromiso de pagar un precio, lo más probable es que en el momento de la verdad, te “rajes”.

Aquí también puedes ver la importancia de saber el porqué de lo que quieres. El porqué establece el significado y por tanto el valor de lo que quieres. El valor es lo que determina el precio que estarás dispuesto a pagar.

Ejercicio II: ¿Qué quiero?

Previamente, contestaste esta pregunta en general. Ahora la vas a contestar específicamente. Usa el reverso de este manual o toma una hoja de papel.

La cantidad de tiempo y energía que tienes en la vida es limitado. Y no hay mayor desilusión en la vida que trabajar años en algo, sólo para descubrir pocos meses después de lograrlo que realmente no era tan importante ni valioso. Por tanto, es de extrema importancia que elijas cuidadosamente lo que quieres en la vida. Es la diferencia entre una vida efectiva, eficiente y exitosa, y una vida sin metas; una vida gastada inútilmente saltando de una cosa a otra para terminar en la insatisfacción.

Trampa: El GLAMOUR. El glamour es una forma de ego consistente en gastar tu tiempo y energía tratando de impresionar a otros. El glamour es querer tener cosas o hacer cosas —no porque realmente contribuyan al bienestar y a la felicidad de uno –, sino para ostentar y lucirse ante otros (en un intento de probar valía y de obtener respeto y estima de otros). Las cosas glamorosas son utilería que usamos para armar nuestro teatro y reforzar nuestra máscara ante el mundo. Son símbolos externos de éxito personal y de felicidad, no la realidad.

Cuando uno tiene muchas posesiones – más de las que realmente se necesitan y se pueden usar– esas posesiones lo poseen a uno. Pasas la vida cuidando cosas físicas, protegiéndolas, dándoles mantenimiento, reparándolas, pintándolas, asegurándolas, y trabajando para pagar los seguros, las mensualidades, los impuestos, etc. Las posesiones superfluas no contribuyen absolutamente en nada a la Felicidad verdadera, y a menudo la disminuyen.

Por tanto, asegúrate de identificar lo que TÚ quieres, no lo que quiere tu ego.

Paso 1: Escribe todas las cosas que quieres, sin importar lo que sea ni lo insignificante, ridículo, difícil o poco factibles que te parezcan (no te molestes en escribir cosas glamorosas.) ¡Escribe TODAS! No te preocupes en ordenarlas ni en clasificarlas. Esto es llenar una lista en Caos.

Ya sabes que NO puedes tenerlo TODO en la vida. No tienes tiempo ni energía suficiente. Pero puedes tener unas pocas cosas que te brindarían una vida hermosa. Obviamente, es menester identificarlas con precisión.

Paso 2: En otra hoja, dibuja tres columnas. Titula a la columna 1: ESENCIAL. Titula a la columna 2: SUBSTANCIAL. Titula a la columna 3: TRIVIAL.

Columna 1 Columna 2 Columna 3
ESENCIAL SUBSTANCIAL TRIVIAL
  1. Columna 1 Esencial: son las cosas que consideras de máxima importancia para tu felicidad y éxito.
  2. Columna 2: Substancial: son las cosas que te gustaría mucho tener, pero cuya ausencia no es critica en tu vida.
  3. Columna 3: Trivial: son los “Ojalá”; las cosas que son deseos ligeros.

Ahora toma tu lista de Caos y repásala transfiriendo todas las cosas a una de estas tres columnas. (En la columna 3 incluye todas las cosas ridículas y no factibles. También incluye las respuestas a las Preguntas 1, 2 y 3).

Paso 3: Ahora tira la Columna 3 Trivial. No tienes tiempo para estas cosas. Si en la vida te llega una oportunidad fácil y rápida, toma algo de esta lista, aprovéchalo. Pero mientras tanto, olvídalo.

Paso 4: Ahora ordena la Columna 1 Esencial y la Columna 2, yendo de lo más importante a lo menos importante. Puedes transferir algo entre las Comunas 1 y 2. Finalmente, escribe en una lista, las diez cosas más importantes que quieres. Esto es; a lo que debes dirigir tu tiempo y energía en la vida.

Ejercicio III

Ahora estás listo para escribir y dibujar tu Visión. Dibuja tu visión, toma una hoja limpia y traza un gran círculo que represente a tu vida o a tu mundo. Dibújate en medio del círculo. Luego dibuja y etiqueta con una o dos palabras las cosas y experiencias que quieres SER, HACER y TENER. Asegura incluir el tipo de carrera-trabajo-profesión que identificaste en las Preguntas 1 y 2.

Hay visiones a corto, mediano y largo plazo. Crea tu visión a mediano plazo, a unos cinco años, aunque puede incluir cosas a largo plazo y cosas permanentes también. (5 años es un plazo adecuado para que adquieras, a través de tus estudios de psicánica, todo el Poder Personal necesario para cumplir tu Visión.)

De vez en cuando, especialmente cuando sientas insatisfacción en tu vida, saca tu visión y examínala. ¿La vida que estás llevando está alineada con tu visión o se ha desviado? Trabajar en tu visión y estar avanzando hacia ella (aún más que alcanzarla) es un componente de la felicidad. (Es sólo un componente – hay otros factores que veremos en módulos posteriores.) Igualmente, tu infelicidad te puede indicar que no estás progresando hacia tu visión – aunque haya otras causas de infelicidad.

Finalmente: recuerda que tanto tú como las circunstancias cambian, así que tus conclusiones y tu Visión no están grabadas en piedra. No debes dudar en re-examinarlas cuando sientas que es apropiado o cuando parezca que no estás llegando a donde quieres estar en la vida. De hecho, es casi seguro que cambiarás tu plan de vida varias veces antes de que encuentres tu destino verdadero.

Ejercicio IV

Escribe tu Visión de cómo quieres ser al terminar tus cursos de la Academia.

Ejercicio V

Escribe tu Visión de cómo quieres ser al terminar todos tus estudios de psicánica.


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Def: Ego: un intento falso y neurótico de crear autovalor, de hacerte sentir más, pisando a otros o acumulando cosas externas como riqueza, mansiones, títulos, posición social, etc. El ego es una compensación psicológica de la baja autoestima. Todos los seres humanos tenemos algo de ego, pero en muchos éste domina su vida y sus relaciones humanas. Sinónimos: soberbia, vanidad, pedantería.