Egoísmo

Psicánica y Esencialidad

El egoísmo consiste en enfocarme en mis deseos y bienestar (o de los míos) sin considerar el bienestar de otros y a pesar de los efectos negativos que acarrean mis acciones a otros (incluyendo al medio ambiente). El egoísmo es pensar nada más en mí (o los míos) sin importarme otros, mis vecinos, mi país, la humanidad y el planeta. Ejemplos sencillos de egoísmo son tirar basura en la calle o acaparar dinero y recursos más allá de mis necesidades, sin contribuir significativamente para ayudar a quienes los necesitan.

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El egoísmo consiste en anteponer los deseos y el bienestar personal, la individualidad ilusoria, al bienestar del SER más grande, del UNO. Es centrarse en los intereses personales a corto plazo del ego, del avatar, o de “los míos” (“mi” familia), en lugar de buscar el Mayor Bien del Mayor Número a Largo Plazo (MB MN LP).

Para que un acto sea amoroso tiene que procurar el Mayor Bien del Mayor Número a Largo Plazo (MBMNLP). Cuando un acto beneficia a unos pocos en detrimento de la mayoría, se trata de un acto contra-amoroso. Por supuesto, en la Etapa 1 se trata de vivir con egoísmo, pero no en las Etapas 2 y 3.

Hemos descendido del Amor para vivir el Drama Humano, para explorar el lado negativo de la Creación. Una vez que hemos experimentado suficientemente la Etapa 1, nuestro objetivo es Despertar y volver al Amor, a nuestra Esencia espiritual, que es la única felicidad que existe. Para hacer esto, para restaurar el Amor nuevamente, tenemos que amar y evitar contra-amar. Cuando hacemos cosas contra-amorosas— nos referimos al egoísmo y a todas formas de contra-amor– estamos alimentando a nuestro Lado Oscuro y manteniéndonos en la separación y el dolor. (Véase la Polaridad del Amor).

Cuando hacemos cosas egoístas, cosas que ignoran o dañan el bienestar de otros, fallamos al Amor. El egoísmo es el comportamiento de una persona atrapada en la Etapa 1, no de un Maestro de la Vida, quien siempre está comprometido con el Amor, ergo con el MBMNLP.

El egoísmo consiste en hacer lo que le conviene a uno mismo (o al grupo con el que uno se identifica, ej. familia o país), sin considerar los efectos nocivos en otros. Es ignorar o no dar importancia al hecho de que todos somos Uno. Puede ser por avidya, ego negativo, o falta de responsabilidad; y todo ello implica falta de espiritualidad. Es olvidar lo que es el Amor Verdadero.

Una persona en la Etapa 1 vive en avidya (amnesia espiritual) de Quién Es; el Campo Cuántico, el Ser Único. Vive perdida en la ilusión de una individualidad separada y aislada. Se identifica con su ser humano aparentemente independiente y desconectado de Esencia, no con el Todo que es. Cuando Despierta a Quien Es, se da cuenta de que es la Unidad, la Totalidad. Ya no es un humano egoísta porque sabe que no es un ser humano sino el Uno-TODO; no puede dañar a otros porque eso sería dañarse a sí misma; sería dañar al Amor.

Así que:

El egoísmo es lo opuesto a la espiritualidad, que es Unidad (Hermandad) y Amor.

No puedes crecer espiritualmente, es decir, no puedes aumentar tu Amor y tu Felicidad practicando el egoísmo. Tienes que expandir tu identidad para darte cuenta de que eres TODOS; y planear tus acciones para expresar el Amor buscando el Mayor Bien del Mayor Número a Largo Plazo.

Un ejemplo conocido de todo esto es Jesús, quien aceptó algo muy doloroso y negativo para él como individuo, pero magnífico para el Mayor Bien: para todos nosotros, enseñándonos lo que es el Amor.

DISCUSIÓN

El ser humano en avidya es egoísta; sin embargo, esta no es su naturaleza verdadera. Hay evidencia de que, a través de la historia, han habido grupos con conciencia grupal, que practicaban la unidad con toda la naturaleza. Vivían en comunidades igualitarias compartiendo los recursos. Pero los paradigmas materialistas del mundo moderno, tales como: “cada quien tome lo que pueda” y “quien muere con más juguetes gana”, glorifican al egoísmo.

El capitalismo, por ejemplo, es un paradigma egoísta que alienta la riqueza desmedida de unos pocos, dejando a la mayoría en la miseria. Muchos ricos no usan su riqueza para mejorar la vida de otros, sino que sólo la acaparan. Otro paradigma de mucho egoísmo es el patriotismo y el nacionalismo, mediante el cual cada nación busca proteger sus intereses sin considerar el bienestar de todo el planeta.

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Aunque no son lo mismo, el egoísmo se asemeja mucho al ego negativo.

Si uno es egoísta en extremo, termina siendo rechazado por otros, ya que juega a “yo gano, tú pierdes”. Así que la mayoría aprende a moderar su egoísmo, porque le conviene llevarse bien con otros, y este es un “egoísmo iluminado”. Se trata de un egoísmo en el que uno se da cuenta de la conveniencia de no ser tan egoísta; de las ventajas de negociar, cooperar e intercambiar energías con otros, en un juego de ganar-ganar.

La historia de la civilización ha sido en gran medida el registro de una serie de hechos supresores ocasionados por el egoísmo desbordado de unos cuantos líderes—guerreros o déspotas. O de pueblos enteros acostumbrados a tomar de otros lo que han querido en base a la fuerza bruta, provocando invasiones o guerras. (Ejemplos famosos han sido los conquistadores de todos los tiempos: los persas, los macedonios de Alejandro Magno, los romanos, los hunos, los alemanes de Hitler, etc.)

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Lo opuesto al egoísmo es el amor expresado en la igualdad, en el impulso de compartir, en la generosidad y el servicio a otros; todo lo cual implica trabajar para el Uno. Aunque servir desinteresadamente al Uno asusta a mucha gente preocupada por su propia supervivencia, cuando cuidas al Uno, al Amor, el Amor cuida de ti.

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