Responsabilidad Profunda
La Responsabilidad Profunda es lo opuesto a víctima profunda. Es reconocer que somos creadores de toda nuestra vida, incluyendo a todo el pasado y a cómo nos trataron otras personas.
Todos tenemos una historia personal que ha formado nuestra identidad (avatar) desde la niñez, resultando en quiénes somos (como avatares) en tiempo presente. Nuestra historia personal incluye a todas nuestras experiencias negativas, como ser rechazados, ridiculizados, castigados; el habernos negado cosas, una crianza incompleta, una educación deficiente, desarrollo trunco de nuestra personalidad, etc. (La historia personal también incluye a las experiencias positivas, pero en el tema de Responsabilidad Profunda sólo nos interesa aquello de lo cual estamos negando responsabilidad en tiempo presente.
El bosquejo de quiénes somos en tiempo presente como seres humanos (avatares), de acuerdo a nuestro historial personal, es una recopilación de múltiples características negativas como flojo, tonto, incapaz, fracasado, dañado, ignorante, enojón, miedoso, malo para relacionarse con madurez, malo para las matemáticas o para las ventas, etc.
En este historial personal, usualmente nos hacemos las víctimas y culpamos a otros (por ejemplo: a los padres, a los hermanos, a la familia) por lo que somos. Para aligerar al avatar, hay que tomar consciencia de toda la historia personal, tomar responsabilidad y luego soltarla. Esto requiere procesos profundos.