Educación determina la Calidad de tu Vida, Cómo la

La Educación es el mayor factor determinante en la calidad de la vida, del éxito y de la felicidad de una persona.

La educación, más que cualquier otro factor, va a determinar el tipo de vida que puede tener la persona.

Determina:

• Su autoestima, auto-confianza, personalidad y carácter, tanto en la escuela como a través de la vida.
• El nivel, tipo y calidad de trabajo o profesión, y la probabilidad de éxito o fracaso.
• La cantidad de ingresos a lo largo de la vida. En general, la gente ignorante es pobre, mientras que la gente educada gana bien.
• La clase y posición social, así como el respeto de otros hacia esa persona.
• El nivel y calidad de su pareja.
• El nivel y calidad de sus amigos.
• Su PODER en la vida: su capacidad de producir resultados y de alcanzar metas.
• El nivel científico y tecnológico que pueden alcanzar sus hijos; y por ello, su creatividad, productividad y riqueza.

Vamos a examinar brevemente cada uno de estos puntos.

La autoestima es la idea que una persona tiene acerca de sí misma. Es el conjunto de ideas y de creencias que tiene acerca de cómo es y de lo que es capaz de hacer y de lograr. Emocionalmente, es cómo se siente acerca de sí misma. Si piensa que es una persona inteligente y capaz; y si siente que vale y tiene seguridad en sí misma, entonces su autoimagen y autoestima son altos.

La autoestima es de suma importancia. La psicología declara que el 85% de lo que te pasa en la vida resulta de tu autoestima. La autoestima influye grandemente en tu carácter, personalidad, actitudes y comportamientos. Determina cómo te presentas y actúas frente a otros. Determina si te lanzas para aprovechar una oportunidad, o si te da miedo. La autoestima determina las actitudes (como optimismo o pesimismo); lo que te atreves a hacer, el compromiso y la fuerza de acción; y por tanto, los resultados y el éxito a lo largo de la vida.

En general, la auto-imagen se forma en dos lugares:

1. Primero, se forma en la vida familiar por lo que le dicen al niño y por la manera en que es tratado.
2. Segundo, en la escuela, de acuerdo a las experiencias y a los resultados que obtiene en el estudio.

Las impresiones y experiencias, las dificultades o los éxitos del educando en la escuela, tienen gran influencia en la formación de su autoestima, carácter, personalidad y autoconfianza. La escuela es la primera actividad oficial; es el primer “empleo” del niño. La escuela es su primer reto para mostrar quién es y lo que puede hacer. Sus resultados son un espejo en el que tu hijo refleja lo capaz o incapaz̶ que se siente. Sus resultados lo califican, lo etiquetan, como un éxito o un fracaso.

Si el estudio es difícil o pesado, y si el niño obtiene malas calificaciones, él mismo tiene que concluir que no puede. Suma a esto las actitudes de sus maestros, las burlas de sus compañeros, las recriminaciones de sus padres, y todo va creando en él las ideas de: no puedo, no soy capaz, no soy inteligente, no valgo mucho, soy menos, no merezco, etc., etc. Naturalmente se siente mal: frustrado, impotente, triste, con miedo a fracasar, a ser rechazado, a ser castigado. Se auto-desprecia. Pierde el respeto y la confianza en sí mismo, y se vuelve pesimista. Todos estos son precisamente los componentes de la autoestima negativa; mismos que adquiere en poco tiempo, creando en él la actitud de un perdedor.

Por otro lado, cuando el niño comprende bien, cuando saca buenas calificaciones y encuentra que el estudio es fácil; cuando recibe la aprobación y el elogio de sus padres, maestros y compañeros; entonces todo le dice ¡sí puedo! Va experimentando que sí es capaz, que es inteligente y que vale. Se siente muy bien acerca de sí mismo y acerca de la vida. Desarrolla una actitud optimista, de poder, y de confianza; no sólo en la escuela sino también ante cualquier situación de la vida. Desarrolla una actitud de triunfador que lo apoyará hacia el éxito a través de toda su vida.

Como puedes ver, la experiencia en la escuela es de suma importancia en la formación de la autoestima, de la auto-confianza y de las actitudes de triunfador o de perdedor. La escuela tiene gran impacto en la formación y en el futuro de cada ser humano.

La baja autoestima es un factor causante del alcoholismo y de la drogadicción. Los hijos se refugian en tales sustancias para ahogar sus sentimientos de baja autoestima, poco valor y fracaso. El alcohol y las drogas son los tranquilizantes de los perdedores.

Una persona con alta autoestima no necesita de, y no le atraen las drogas. Ya que se siente bien y contento la mayor parte del tiempo, no necesita algo externo para ahogar sus penas, reforzar su confianza, o sentirse bien.

Obviamente, la educación determina el trabajo, la carrera o la profesión de varias formas. Determina:

• Los tipos y variedad de trabajos que podrás desempeñar.
• Si vas a trabajar con la mente y la creatividad, o sólo con las manos y la espalda.
• Si tu vida laboral será interesante, importante y placentera; o rutinaria, pesada y dura.
• Si vas a trabajar y te vas a asociar con personas cultas o con personas ignorantes.
• Tu capacidad de aprender cosas nuevas rápida y fácilmente, permitiéndote dominar nuevos puestos.
• Si puedes aprovechar ofertas y oportunidades que se te presenten a lo largo de la vida o no.
• Tu capacidad para ascender en la jerarquía de las organizaciones; por tanto: si vas a mandar a otros o si ellos te van a mandar a ti.
• A nivel individual, la educación es el factor más importante para aprovechar o para verse limitado en cuanto a las posibilidades de ocupación y desempeño durante toda la vida.

A nivel nacional, la educación determina el progreso tecnológico, la competitividad con otros países, y la riqueza de un país. El mundo moderno es altamente científico y tecnológico. El avance y evolución de la tecnología es cada día más rápida. No tenemos en México mucha tecnología de punta en muchas áreas, porque sencillamente no tenemos suficiente calidad en la educación para producirla.

Nuestras industrias son atrasadas e ineficientes, y este es un factor que contribuye a que siempre estemos en crisis financiera –tanto, que el 60% de la población está sumida en la pobreza–.

En cuanto a los problemas de México, tu Educación determina si eres parte de la solución o eres parte del problema.

Obviamente, la educación está directamente relacionada con los ingresos a lo largo de la vida. La educación es lo que te dará valor en el mercado laboral. El mundo paga mucho más por el conocimiento y por el trabajo intelectual, que por el trabajo físico (con excepción de algunos deportistas).

Un arquitecto y un albañil trabajan en la misma casa, pero ¿quién gana más? Un arquitecto puede ganar más en el diseño de una sola casa, que un albañil en todo un año rompiéndose la espalda. El mismo principio se aplica al trabajador y al jefe, al médico y a la enfermera, al piloto y a la azafata, al abogado y su secretaria, etc. La educación es una llave que abre las puertas al dinero a lo largo de toda la vida.

Además de ganar dinero, hay que saber manejarlo. Mucha gente cae en la pobreza porque no sabe administrar su dinero. Estos conocimientos también se logran con la educación.

Podemos considerar que la clase social se refiere a la calidad de la gente con quien te vas a asociar en la vida. Hace siglos, la clase social estaba determinada por el nacimiento y nadie podía cambiar esta situación. En el mundo moderno, la clase social está determinada más que nada por el nivel de educación. Hoy, las clases sociales altas son quienes se mueven en el mundo de las artes, de la intelectualidad, de la ciencia, de los negocios, de la política. Asociarse con personas de una clase más elevada te da una vida más interesante y placentera. Si quieres asociarte con una mejor clase, la educación es el camino.

También, la educación determina cuánto respeto recibirás de la gente que te rodea, y cuánta influencia y peso tendrán tus palabras e ideas. La gente no hace caso a los ignorantes: sabe que no saben.

Junto a la clase social, la educación va a determinar la clase y calidad de los amigos y de la vida social. Los bien educados, los triunfadores, no se asocian mucho con ignorantes ni con perdedores –son demasiado limitados y aburridos–. Como dice el refrán: “Dime con quién andas y te diré quién eres”.

Es de mucha importancia para la felicidad el nivel y la calidad de tu pareja. Tu educación determina la clase y la calidad de la pareja a la que puedes aspirar y alcanzar. Con muy pocas excepciones, la gente se casa con personas de su misma clase social; esto es, con alguien igual a ellos en educación y cultura.

¿No quieres la mejor pareja posible? ¿Cómo puedes esperar atraer a una pareja de alta calidad, de buena educación y cultura, de inteligencia y éxito, si tú no ofreces estas cualidades? Otra vez, la educación es de extrema importancia.

Una vida intelectual plena es una de las grandes riquezas en la vida. Una vida intelectual plena es la que es rica en conocimientos de literatura, en ideas, conceptos, conocimiento de corrientes políticas y filosóficas. La vida intelectual es uno de los más grandes placeres que existen en la vida. La buena Educación expande ilimitadamente los horizontes de la mente y enriquece la calidad y el disfrute de la vida.

Quien no tiene una vida intelectual rica en verdad es pobre, no importa cuánto dinero tenga.

Además, la riqueza intelectual alimenta y estimula a la imaginación y a la creatividad, que por sí mismas son grandes tesoros en la vida.

De la buena educación, vienen el aprecio por los libros y la capacidad de entenderlos. ¿Cuánto te gustaría tener como amigos a Lao Tsé, Pitágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles, Kant, Sartre, Shakespeare, Cervantes, Dostoievski, Tolstói, Kant, Sartre, Einstein, Madame Curie, Octavio Paz, etc.? ¡Sí puedes! Los libros son una oportunidad de sentarte a los pies de los grandes hombres y de los maestros de la humanidad de todos los tiempos y culturas; y escuchar mientras ellos vierten sus conocimientos, experiencias y sabiduría.

La lectura es una de las grandes fuentes de satisfacción en la vida, y cada libro es la oportunidad de tener como amigo a un aventurero, a un científico o a un sabio de la humanidad.

A quien le gusta leer no conoce la soledad y camina en compañía de la flor y nata de la humanidad.¿Quieres saber si tienes una buena educación y si vas a tener éxito en la vida? Es muy sencillo ¿Cuánto te gusta leer? Si lees constantemente; si llevas contigo en todo momento un libro para leer; si lees por interés propio, si lees por gusto y placer puedes saber que no sólo tienes los fundamentos de una buena educación, sino que también estás en el camino de la felicidad y del éxito. Si no lees mucho, te garantizo que tu educación es deficiente y tu vida va a ser más difícil y menos plena.

Los buenos padres quieren lo mejor para sus hijos. Los padres son un ejemplo para los hijos. ¿Eres el mejor padre que puedes ser para el bien de tus hijos? ¿Estás consciente de cuánto afecta a los hijos el nivel educativo e intelectual de los padres? ¿Te das cuenta de que la relación de los padres con la educación, con los libros y con el estudio es un ejemplo que ancla hábitos en los hijos? Las familias tienden a pasar su mismo nivel socio-económico-educativo de una generación a otra. Una de las mejores cosas que puedes hacer por tus hijos es que te eduques bien. Por el simple hecho de vivir en una familia con estudios, cultura, educación y que ama a los libros, los niños absorben estos valores y aprenden mucho.

La única constante en la vida es el cambio. Todos los días cambian las circunstancias, y las personas pierden su trabajo o sus negocios, su dinero, sus casas, su familia. La vida va de cambio en cambio y de crisis en crisis. La única cosa que no cambia, es el cambio.

Hay dos reacciones de la gente ante el cambio: una negativa de miedo y resistencia, y otra positiva de interés y gusto. La reacción de la persona depende de cómo se siente acerca de su capacidad para controlar y dirigir el cambio. Ya que el saber, es decir, la educación verdadera proporciona poder y control, las personas educadas no sólo no temen al cambio, sino que lo aprovechan.

La única seguridad real, lo único que no puedes perder, es lo que llevas dentro de ti, lo que tú sabes y lo que puedes hacer. Cuando estás bien educado –cuando eres una persona que sabe y que puede hacer muchas cosas, y sobre todo, que puede aprender fácilmente cualquier cosa nueva cuando se requiere– eres una persona a la cual nunca le faltarán trabajo ni ingresos. En tiempos de crisis, la persona mejor educada es quien tiene más probabilidad de conseguir o mantener un empleo, y más capacidad para crear su propia fuente de ingresos. La buena educación es la mejor póliza de seguros que puedes darte en la vida.

Sumando todos estos factores: autoestima, capacidad y habilidad, trabajo, dinero, clase social, amigos, pareja, vida intelectual, y seguridad ante el cambio; es totalmente obvio que la educación va a determinar en gran medida tu calidad de vida, tu éxito y tu felicidad.

Algunos padres tienen una idea falsa y muy peligrosa acerca de los hijos. Creen que son buenos padres cuando les facilitan cosas materiales; por ejemplo, regalándoles una casa o dinero, o poniéndoles un negocio. Esta creencia es negativa porque hace a los hijos débiles e incompetentes.

Para explicar esto, usaremos el ejemplo de los pájaros. El éxito de las aves no se logra cuando dan al hijo un nido en otro árbol, sino cuando su cría puede dejar el nido, volar por sí mismo, capturar su propia comida y hacer sus propios nidos donde le dé la gana. El éxito del padre radica en que el hijo sea competente para manejar todo en su vida sin necesidad de la ayuda de los padres.

Otro ejemplo: supón que tu hijo está en una carrera. ¿Qué lo hace más fuerte? ¿Darle el premio sin que él o ella corra, o entrenarlo para correr y que él pueda ganar la carrera y todas las que quiera por sus propias habilidades?

Cuando un padre “hereda en vida” a su hijo regalándole cosas materiales en vez de darle el PODER de producirlas él mismo, está haciéndole más daño que bien. Está manteniendo a su hijo dependiente de los padres; está criándolo incapaz; y está conduciéndolo al fracaso el día en que el padre no esté y ese hijo tenga que valerse por sí solo.

La medida de los buenos padres no es lo que regalan a los hijos, sino que sus hijos tengan poder propio. Un padre es un éxito cuando sus hijos son capaces de manejar la vida y de alcanzar su propio éxito; cuando son capaces y fuertes para correr y volar por sí solos ante los retos, cambios y crisis de la vida.

Este poder, esta fuerza, viene de la educación verdadera, no de las cosas materiales regaladas. Hacer el camino demasiado fácil, hace débil al caminante. Como dijo un filósofo (Nietzsche): “Lo que no me mata, me hace más fuerte.”

Considerando todo lo que hemos visto, todos los resultados y beneficios de la Educación Verdadera, es obvio que:

Es darle poder y capacitarlo para crear dinero, cosas materiales y riqueza. Es facilitarle juegos y retos interesantes en vez de trabajos arduos. Es facilitarle una mejor posición social, una mejor pareja, mejores amigos, el amor por la lectura y una vida de riqueza intelectual. Es darle la mejor póliza de seguros contra los cambios y los azares de la vida. Es darle autoestima y confianza, y una actitud de triunfador. Es darle más felicidad y una mejor vida. Él mismo puede lograr dinero y cosas materiales cuando tiene la base de una buena educación.

Considerando todos los factores que hemos enumerado hasta ahora, puedes ver que la educación tiene la misma importancia para tu hijo que los cimientos para un rascacielos. Determina la profundidad y la estabilidad, la firmeza y la fuerza, la rectitud y la importancia, la altura y el éxito que puede alcanzar.

Una nación es la suma total de sus individuos. A través de forjar a los individuos, los educadores forjan el futuro de los países. Además, históricamente, cuando un gobierno ha querido mantener a su pueblo en la opresión, su primera táctica es negarles una buena educación.